Expresamos nuestra máxima preocupación por cómo se va a ejecutar finalmente el que será nuevo tramo de «carril-bici» entre Reyes Católicos y el Bulevar. Tras varias peticiones formales al ayuntamiento de Burgos desde el año 2018 (la última al servicio de Vías Públicas, Conservación y Mantenimiento la semana pasada), aún no hemos logrado localizar el proyecto definitivo, cuyas obras están recientemente adjudicadas.
 
Tan sólo disponemos de un proyecto que se publicó en la web del ayto. hace un par de años y que considerábamos muy lesivo para el espacio peatonal altamente consolidado como tal.
 
Sería inconcebible que se pudiera seguir utilizando parcialmente la acera para la incorporación de la vía ciclista; a todas luces: una nueva acera-bici.
 
Esto puede ser aberrante en la esquina de Avda. La Paz con Reyes Católicos (donde se podría utilizar el carril exclusivo de giro a la derecha de vehículos -su abocinamiento- , en San Lesmes, en Gran Teatro, en la pasarela peatonal, por segregación de modos o en Dr. Fleming, donde la calzada es, claramente, una vía altamente pacificada y localizada en una zona con centros escolares.
 
Como siempre, cabe indicar, para que no haya dudas, que lo que falla es el DISEÑO (y en este caso, además, el ocultismo a una asociación alta y doblemente interesada – defendemos la peatonalidad y necesariamente como efecto complementario, la ciclabilidad en todos los barrios de la ciudad -), y entendemos que este tramo comprendido entre Reyes Católicos y Bulevar, pudiera resolverse sin apenas obra y una mínima señalización, sin mayor complejidad.
 
La segregación en espacios en los que el uso peatonal está consolidado y es intenso, como es en este caso de facto, perjudica a ambos medios. Al peatón, porque le relega a una sección de paso más estrecha. A la bici, porque puede cruzarse con viandantes acostumbrados a transitar por una zona asignada durante años a él y al mismo nivel. Además, sus trayectorias se pueden cruzar en varios puntos.
 
Hay zonas en las que hay que apostar abiertamente por una COEXISTENCIA de modos (es decir, la realidad hasta este momento en San Lesmes o Gran Teatro), eso sí, con reglas claras (señalización adecuada) y sanciones si es pertinente.
 
Basta ser usuario a pie de estas calles, «patear la calle», para conocer que la intensidad peatonal exige el espacio que se dedica actualmente.
 
Lamentamos que haya un empeño torticero en incrementar per sé los km de carril bici a toda costa, aunque sea a costa del modo que supuestamente todos defendemos: el peatón.
 
Aclarar una vez más, por ser prudentes, que la crítica es a lo que pueda ser, en función de la única información de que disponemos, pero conviene dejar claro que un resultado similar generaría un conflicto innecesario entre usuarios y se demostraría, una vez más, que la apuesta por los medios activos de desplazamiento en esta ciudad es, hasta hoy, una mera quimera.
 
Es urgente y necesario que exista una política clara y planificación global de la movilidad en la ciudad; conocer las directrices a seguir para no incurrir sistemáticamente en diseños poco acertados y en gasto de recursos en creciente merma.