Ni en el Bulevar, ni en ninguna otra calle.

(COMUNICADO DE PRENSA)

Andando Burgos, en contra de las supuestas modificaciones en el diseño y funcionalidad que se plantean para el Bulevar del Ferrocarril en favor del tránsito de coches.

 

El equipo de gobierno local sigue empeñado en resolver un problema que no existe.

Durante los diez años de puesta en servicio del Bulevar del Ferrocarril en nuestra ciudad y precisamente debido a su diseño innovador, son miles de usuarios los que cada día utilizan este espacio. Miles de personas caminando, varios cientos en bicicleta y en transporte público y varios miles en sus coches.

Muchos pequeños aspectos son mejorables a lo largo del Bulevar, pero en términos de movilidad, no hay vía en esta ciudad que permita una combinación tan ágil y plausible de modos como los que acabamos de citar.

En el empeño por revertir su moderno diseño, han sido varios los “globos sonda” que se han lanzado a través de los medios de comunicación transmitiendo ideas de representantes políticos; todos ellos referidos a mejorar la fluidez del tráfico en coche por esta vía. Una fluidez que, repetimos, ya existe. Otra cosa son las congestiones puntuales que tienen que ver con otros aspectos de insostenibilidad de la movilidad en su conjunto en la ciudad.

Pensar en el coche, o en el conductor del mismo, como único agente interesado en la movilidad de la ciudad, y satisfacer los deseos individuales de los mismos, no es, de ninguna forma, innovador, sino todo lo contrario. Es lo que se ha estado haciendo en la mayor parte de nuestras ciudades en las últimas décadas. El resultado es conocido: más infraestructura y más coches, mayor contaminación, más problemas de aparcamiento y, un largo etcétera de externalidades negativas asociadas a ese empeño. De hecho, tampoco es nuevo que se derriben edificios para “encajar” nuevas infraestructuras ni, como ahora acabamos de conocer a través de los medios, reducir aceras existentes, aunque este anuncio es insultantemente grave.

Ahora, hemos pasado de querer “llenar” de glorietas el bulevar (idea muy respaldada por según qué técnicos con empaque), a solo poner en práctica una experiencia piloto en un cruce concreto del Bulevar, el de la calle Madrid.

Pero no nos llevemos a engaño. Resolver el giro a la izquierda con tan solo una modificación de ciclos semafóricos, no será suficiente con la sección existente (aunque solo esto, ya perjudicaría enormemente a los tiempos semafóricos para el viandante). El objetivo final es cargarse el carril bus y la prioridad semafórica del mismo.

Además, permitir el giro a la izquierda en este cruce conllevaría, a buen seguro, problemáticas de congestión en la calle San Pablo; una calle que, paradójicamente, el mismo equipo de gobierno quiere peatonalizar. También supondría incrementar el tráfico en el tramo de la calle Madrid, al norte del Bulevar; un tramo que pide a gritos la ampliación de aceras y la mejora del cruce con la calle Progreso. El giro a la izquierda, hacia el norte desde el Bulevar iría en contra de la primera Zona de Bajas Emisiones que debería implantarse.

Por otro lado, permitir el giro a la izquierda desde el Bulevar hacia la zona sur complicaría el encuentro entre calle Legión Española y calle Madrid, intensificando aún más si cabe, los problemas en hora punta.

Pero tienden a obviar un aspecto fundamental:  Inducir tráfico por permitir giros a la izquierda, complicaría en gran medida el paso en recto a los vehículos que quieren continuar. De ahí, la idea de reacomodar la sección con cuñas de giro a la izquierda que, hipotéticamente, no bloquearían el paso en recto. Sería en ese momento, con giro a la izquierda permitido y reurbanización de la calle con tal fin, cunando se les complique la movilidad a los usuarios del transporte público y sobre todo a los ciclistas y muy especialmente a los peatones. Sería inevitable mayor tiempo de espera en los semáforos y menor tiempo de paso. Y, según el diseño pensado, mayor anchura que cruzar y con mayor peligro, por incremento de vehículos en movimiento en ambos carriles de circulación y por sentido.

Consideramos que cualquier actuación en este sentido, además de innecesaria, será muy negativa. No hagan barbaridades. No “destruyan” espacio peatonal con este fin. Es un error pensar que en esta zona las aceras son anchas. Si comenzamos a detraer el espacio ajardinado, el espacio de mobiliario urbano y de transporte público y si tenemos en cuenta la alta densidad peatonal, no, no sobra espacio. Las aceras en esta zona, no son suficientemente anchas. El argumento de la anchura de las aceras es reaccionario. Las aceras no son anchas ni estrechas; las aceras son el espacio que dignifica la vida en la ciudad.

No lo hagan. Están a tiempo de salvar la movilidad en Burgos. No lo hagan. No compliquen la movilidad a peatones, ciclistas y usuarios del transporte público, ni tampoco a los coches, aunque les digan que se la mejoran.

 

Asociación Andando Burgos

28 de septiembre de 2021